Foto: Henrik Montgomery/ITT
El gobierno roji-verde sueco ha llegado a un acuerdo con la oposición conservadora en materia energética, según publica el rotativo Svenska Dagbladet (10/06/2016), citando como fuente la agencia de noticias TT-Nyheterbyrå. Las principales consecuencias del mismo son, por un lado, la construcción de 10 nuevos reactores nucleares a fin de reemplazar los ya existentes, y por otro, la eliminación de una tasa que graba la producción de energía nuclear, y aumento del recibo de la electricidad para compensar los cerca de 486.000.000 de euros que dicha figura tributaria reportaba en concepto de ingresos. Además, se otorgarán ayudas a la producción de energías renovables, pero no a la nuclear.
Esta iniciativa se enmarca en el contexto del proyecto de que Suecia sea energéticamente autosuficiente en el año 2040 y que tal autoabastecimiento se realice exclusivamente por medio de fuentes no contaminantes.
El acuerdo ha sido subscrito, aparte de los partidos gubernamentales Partido Socialdemócrata y Partido Verde, por el Partido Moderado, el Partido Centrista y el Partido Democristiano. Fuera y por distintas razones, han quedado el Partido de la Izquierda y el Partido de los Liberales.
En este sentido, el líder del Partido de la Izquierda, Jonas Sjöstedt, manifestó que, pese a contener elementos positivos como la extensión y ampliación del sistema de certificados eléctricos (para ayudar a las empresas productoras de energías renovables), el acuerdo firmado no fija ninguna fecha definitiva para el cese efectivo de la producción de energía nuclear (lo que implícitamente, supone que estas pueden construirse), y que el gobierno asume, además, la política energética del Partido Moderado. Desde una posición contraria y mediante un comunicado publicado en la página web del partido, el líder liberal Jan Björklund, se lamenta de que el acuerdo supone la inversión de grandes cantidades de dinero en la implementación de la energía eólica (que considera poco rentable), en perjuicio de la nuclear, cuando Suecia dispone de excedentes de energía eléctrica. También considera que con esta política se están poniendo en riesgo muchos puestos de trabajo relacionados con la producción de energía nuclear.
Por su parte, el primer ministro, el Socialdemócrata Stefan Löfven declaró, según publica Klartext, citando la agencia de noticias TT-Nyhetsbyrå, que cabe enmarcar esta iniciativa en el acuerdo que impulsó el anterior gobierno el año 2009 y que, en todo caso, el objetivo que se persigue es el del futuro cierre de todas las plantas de producción de energía nuclear. Por su parte, el ministro de energía, el también socialdemócrata, Ibrahim Baylan, destacó la importancia de que partidos del bloque gubernamental y de la Alianza conservadora, se hayan puesto de acuerdo en un tema tan importante.
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